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El Alzheimer tampoco perdona la fama

By Panorama.com.ve

El cantautor venezolano Simón Díaz, la actriz y presentadora española Carmen Sevilla y el puertorriqueño excampeón de boxeo Wilfredo Benítez padecen esta enfermedad por la que murieron otros famosos como el expresidente de Estados Unidos, Ronald Reagan; el actor que encarnó al recordado detective “Columbo”, Peter Falk y el caricaturista que creó varios de los personajes de “Los Picapiedras”, “Tom y Jerry” y “El Oso Yogui”, William Hanna. La pérdida progresiva de la memoria es el signo indeleble de esta enfermedad.

¿Dónde estoy? ¿Quién eres tú? ¿Cómo me llamo?… Son algunas de las preguntas que salen de los labios de quienes padecen un nivel agudo de Alzheimer, enfermedad neurodegenerativa que no perdona edad, sexo, condición social ni religión, y mucho menos la fama. La lista de grandes personalidades afectadas por un olvido progresivo es larga y a la angustia de sus más íntimos se suma la de sus seguidores y fanáticos. Hoy se conmemora el Día Mundial del Alzheimer, como una manera de crear conciencia sobre la existencia de esta enfermedad, su prevención y las consideraciones que deben tenerse con los pacientes.

¿Quién no quisiera ver a Simón Díaz entonando “Caballo viejo” otra vez? ¿Qué venezolano no se aflige al saber que el Tío Simón ya no aparece en público y que la ingeniosa memoria que engrandeció las tonadas del país se va apagando poco a poco?

“Mi padre es una hermosa plaza en que los venezolanos pueden encontrarse”, dijo Bettsimar Díaz, hija de Simón Díaz, durante la celebración de los 85 años del artista, quien se mantiene alejado de los medios por su condición de salud.

Esta patología debe su nombre al psiquiatra y neurólogo alemán Alois Alzheimer, quien la identificó por primera vez, en 1901. De acuerdo con la Fundación Alzheimer de Venezuela genera una pérdida gradual de las neuronas cerebrales, trayendo como consecuencia el detrimento progresivo de la memoria y de otras capacidades mentales. “Es una afección crónica, irreversible y pertenece al grupo de las demencias”, afirma la fundación.

“Es lamentable que personas con tango ingenio y capacidades de memoria extraordinarias se vean afectados por este mal. Yo admiro a Simón Díaz y siempre lo admiraré, pero me da nostalgia escuchar sus tonadas, sus obras maestras y saber que él de seguro ya no las recuerda”, señala Adalberto Rodríguez, marabino y seguidor de la música venezolana.

En Venezuela, más de 100 mil personas padecen esta enfermedad, según cifras aportadas por la Fundación Alzheimer de Venezuela. Además, ésta condición es la causa de demencia más común en el mundo: acapara entre 60% y 70% de estos casos, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El neurólogo Ciro Gaona, directivo de la Fundación Alzheimer de Venezuela, señala que un individuo con esta enfermedad puede tener afectada la memoria reciente episódica (los eventos ocurridos desde hace 20 minutos hasta los últimos 3 días), la inmediata (relativa a lo que se acaba de hacer) y a medida que el daño se extiende en el cerebro van resultando comprometidas todas las memorias, hasta perderse también la remota (aquella que guarda los recuerdos pasados, incluidos los de la infancia).

Simón Díaz no es la única personalidad con este padecimiento, pues son innumerables los famosos en el mundo que han sufrido y fallecido con Alzheimer, entre ellos el expresidente de Estados Unidos, Ronald Reagan; el actor que encarnó al recordado detective “Columbo”, Peter Falk; el ganador del premio Oscar, Charlton Heston; la diva de Hollywood, Rita Hayworth; el rudo de las cintas norteamericanas, Charles Bronson; el legendario boxeador excampeón del peso welter, Sugar Ray Robinson; uno de los maestros de la abstracción lírica, el pintor chino-francés Zao Wou-Ki; y el caricaturista que creó varios de los personajes de “Los Picapiedras”, “Tom y Jerry” y “El Oso Yogui”, William Hanna.

En 1994, apenas cinco años después de dejar la Casa Blanca, el expresidente Ronald Reagan anunció al país en una emotiva carta que sufría Alzheimer y que comenzaba “el camino que me llevará al ocaso de mi vida”. Desde entonces, se fue retirando de la escena pública.

“Mi marido ya no me reconoce. Esta enfermedad me ha robado nuestros años dorados, esos en los que puedes relajarte y, con un poco de suerte, intercambiar recuerdos… La peor parte es que no te queda nadie con quien intercambiar recuerdos, y teníamos muchos recuerdos comunes… Cuando llega el momento, estás sola y ya nadie puede hacer algo por ti”, señaló la exprimera dama de EEUU, Nancy Reagan.

María Olivia Goncalves, neuropsicóloga, señala que entre los síntomas de esta enfermedad se encuentran el trastorno del lenguaje (afasia), el deterioro de la capacidad de actividades motoras (apraxia) y el fallo en el reconocimiento o identificación de los objetos (agnosia).

“Los familiares sufren, pero para el paciente la situación es sumamente difícil, padece un drástico cambio en su personalidad, con tendencia a deprimirse o irritarse. Ya no puede seguir instrucciones, experimenta confusión y desorientación en el tiempo y el espacio, pudiendo incluso, llegar a perderse en lugares conocidos para él. Además, puede presentar alteraciones del juicio, confundir a sus seres queridos y, en muchos casos, hasta desconocerse a sí mismo”, expuso el neurólogo Franco Hidalgo.

En el presente, luchan contra este padecimiento el cantante del género musical norteamericano soul, Bobby Womack; la actriz y presentadora española Carmen Sevilla y el excampeón de boxeo puertorriqueño Wilfredo Benítez, entre otras personalidades reconocidas.

La mayoría de las veces, el Alzheimer sorprende a familiares y amigos, luego de que la enfermedad tiene ya un recorrido considerable. “Cuando una persona padece Alzheimer se afectan las funciones mentales superiores (lenguaje, conciencia, atención, memoria y juicio) y, a primera vista, es difícil para el resto de las personas determinar si tales funciones están deterioradas, porque el individuo puede seguir su rutina normal de actividades sin que los demás se percaten de que está olvidando y que su rendimiento no es el mismo. Esto se debe a que el cerebro se relaciona con todo, desde las funciones cognitivas hasta el amor, la generosidad, el respeto, el genuino interés por los otros, la empatía y la fe”, explicó Gaona.

El especialista señala que esta es la principal causa por la que el diagnóstico suele llegar tarde. “Generalmente es detectada cuando estalla la crisis, una vez que ya están disminuidas las funciones ejecutivas, vinculadas con la capacidad para organizar, planificar, realizar, mantener, terminar una acción, ordenarla y corregirla”, aseguró.

Con esta opinión coincide María Olivia Goncalves: “Lamentablemente, el paciente no acude a consulta sino cuando ya la patología está muy avanzada y el tratamiento farmacológico va dirigido a enlentecer el proceso de deterioro. Sin embargo, cuando se diagnostica tempranamente, logramos no solo enlentecerlo, sino además ganamos calidad de vida por años”.

Entre los fármacos empleados para controlar el Alzheimer se encuentran los inhibidores de acetilcolinesterasa, tales como la rivastigmina, ideal para las fases tempranas de la enfermedad.

El estilo de vida, por otro lado, puede prevenir o al menos retrasar el Alzheimer, dado que ciertos factores de riesgo pueden acelerarlo. Los especialistas recomiendan evitar o atender prioritariamente los problemas vasculares, la diabetes, hipotiroidismo, trastornos del sueño, ansiedad, depresión, estrés sostenido, tabaquismo, alcoholismo, colesterol elevado, inactividad mental, fatiga crónica, alto índice de masa corporal, delgadez y sedentarismo, entre otros, así como incluir en el día a día la lectura, una vida social activa, el ejercicio y una buena alimentación.

Otros hábitos saludables de vida, sugeridos por el especialista Ciro Gaona son: consumir té verde, ácido fólico, complejo B, vitamina D, aceite de oliva, frutos secos, dos cuadritos de chocolate oscuro y una copa de vino compartida al día; pero, además, cultivar la motivación, la ilusión, el optimismo y la sonrisa, pues, “el cerebro es un órgano físico y espiritual, al que debemos cuidar”, dijo.

“La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla”, escribió Gabriel García Márquez, en su autobiografía Vivir para contarla. Ahora, este ilustre colombiano, reconocido con el Premio Nobel de la Literatura, también padece pérdida de memoria, pero sus familiares han asegurado que no se trata de Alzheimer sino de demencia senil, sin embargo, este pensamiento suyo deja mucho para reflexionar sobre lo que representa quedarse sin recuerdos.

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